Entornos sensoriales
2014
Objetos orgánicos e instalación de luz y sonido
Un espacio creado para potenciar la presencia de las personas que lo habitan.
Investigando sobre la conciencia en el ser humano descubrí que estar alerta a través de los sentidos y sólo pensar cuando es estrictamente necesario, mejora el estado de conciencia y permite estar en el presente.
Para este ejercicio, me puse una regla, no utilizar información escrita. Esto, con el objetivo de fomentar el vacío en la mente del espectador y preservar las sensaciones de sorpresa y asombro durante la experiencia.
La instalación está compuesta por grabaciones de paisajes sonoros, luces de LED, fibras vegetales, frutos secos y exoesqueletos de insectos, recogidos en diversos lugares de Colombia. Consiste en una sala oscura insonorizada (5m x 4m aproximadamente) donde los objetos cuelgan con hilos del techo y sobre las paredes están algunos de los exoesqueletos. Cada objeto vegetal y exoesqueleto tiene un LED en su interior que proyecta su sombra que se mueve libremente por la sala. Simultáneamente se escucha un paisaje sonoro: es de noche en un bosque tropical y acaba de escampar, ahora sólo se escuchan los ruidos de las gotas que caen entre las plantas o sobre los cuerpos de agua y los sonidos de insectos como mosquitos, ranas y cigarras.
La posibilidad de que las personas muevan los objetos colgantes y también las sombras con el simple hecho de respirar o desplazarse creando corrientes de aire da a la instalación una cualidad interactiva. También favorece el reconocimiento entre las personas que habitan el lugar por la falta de luz, donde los rostros se iluminan esporádicamente.